miércoles, 13 de agosto de 2008

Solo crecer

Podés tener un pulóver de pelos en el pecho, jugar al billar, vivir en un monoambiente o bajo un puente; podés cumplir 40 años, ganar una fortuna en el poker, fumar cigarros cubanos, dejarte crecer la barba y tomar un buen Scotch; podés ir al gimnasio cuatro veces por semana, ser un astro del winning eleven, comprarte un Fiat Uno y dejarlo bien bajito y con las mejores llantas. Pero te hacés hombre de verdad cuando entendés dos cosas: el sabor de un buen vino tinto con la cena y que las mujeres nos quieren coger tanto como nosotros a ellas. O quieren coger a otros, pero es igual, hablo del deseo natural más allá de lo individual; de la necesidad por sobre tu nariz, tu boca o tu tamaño.
Mi paladar no entiende de vinos. Supongo que eso me hace mitad hombre, mitad niño.

martes, 5 de agosto de 2008

Manifiesto I

Dificilmente exista momento peor que aquel en el que hay que enfrentar la realidad de la soledad.
Dificilmente superable.
Remotas las posibilidades de creer en un vacio con sentido. La soledad es soledad. Nada mas. No hace falta explicar.
Sin utilidad, sin sentido, sin forma.
Cuadrado sobre cuadrado que cubre pixel sobre pixel. Pasa el tiempo. No hay respuesta.
La locura no es soledad, es solo una búsqueda. Más fácil sera encontrar que buscar. Temor existe en el encuentro. Temor en el descubrimiento. Cobardia en el enfrentamiento.
Anhelar la soledad no es sino un destino de valor. Valor de admitir lo mediocre de un ser.
Valor para fracasar.